Las penas del Purgatorio
Hoy nuestra preparación nos invita a emplear todas nuestras acciones y oraciones en pedir a Dios el arrepentimiento de nuestros pecados. La santidad consiste en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios y lograr así la perfección. La perfección de tener un corazón puro, limpio y sano, totalmente abierto a Dios. Un corazón donde Él es el único Dios, el único anhelo y el único sueño.
Esto lo logra el Espíritu Santo, el santificador: “Y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio” Jn. 16, 8 ¡Dios los bendiga!
Recuerda escuchar el audio del vídeo siguiente y hacer las oraciones que te pide. Descarga tu manual de consagración en el siguiente link: Manual de Consagración