El Espíritu Santo es el “huésped silencioso de nuestra alma”, decía san Agustín (354-430). Él, nos abre a Dios y nos enseña a rezar. “Cuanto más abiertos estamos al Espíritu Santo, más se convierte en maestro de vida, más se apresura a darnos sus carismas para construir la Iglesia. Y en lugar de las obras de la carne, crecen en nosotros los frutos del Espíritu” (Youcat, 120).
Si le llamamos, si le rezamos, si queremos dejarnos conducir por Él de una manera habitual, si somos fieles a sus inspiraciones, nuestra vida se transformará, por ello te compartimos esta hermosa y poderosa oración para implorar la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas:
Oración
Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.
Me encuentro muy mal y aveces me siento un miserable. No se rezar y las personas de mi pueblo no me quieren. Estube preso y escuche muchas cosas sobre Dios. Pero solo mi padre me habla del espiritu santo.