El don del temor de Dios
Ven Padre de los pobres. Ven, Tesoro que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive.
El don del santo temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos ayuda a que nuestro mayor temor sea a ofenderlo por el pecado. Este es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino desde el sentimiento de reverencia, amor y respeto como hijos a nuestro Padre celestial. El temor de Dios es principio de sabiduría, pues nos aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separarnos de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” Ecl. 2, 17
Guíate con el siguiente vídeo para realizar las oraciones correspondientes al segundo día de tu Novena al Espíritu Santo: