A través de humildes instrumentos humanos, el Señor ha de seguir predicando, santificando, perdonando los pecados, sanando las heridas físicas y morales, consolando a los tristes, enseñando a los ignorantes y acompañando a quien se siente solo y abandonado.
Son las distintas vocaciones que el Espíritu suscita en su Iglesia para seguir cumpliendo la misión del Buen Pastor, viviendo como Él en castidad, pobreza y obediencia, al servicio del Pueblo de Dios. Por ello queremos compartir la siguiente oración para pedir por las futuras vocaciones que habrán de seguir con el ministerio del Señor.
Oración
Padre, haz que surjan entre los cristianos numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, que mantengan viva la fe y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús mediante la predicación de su Palabra y la administración de los sacramentos con los que renuevas continuamente a tus fieles.
Danos santos ministros del altar, que sean solícitos y fervorosos custodios de la Eucaristía, sacramento del don supremo de Cristo para la redención del mundo.
Llama a ministros de tu misericordia que, mediante el sacramento de la reconciliación, derramen el gozo de tu perdón. Padre, haz que la iglesia acoja con alegría las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu Hijo y, dócil a sus enseñanzas, fomente vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada.
Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos, a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo para que cumplan fielmente a su misión al servicio del Evangelio.
Amén.
Benedicto XVI, Oración por las vocaciones de la XLIII Jornada Mundial