La actual situación que vivimos a causa del Covid-19, nos hace anhelar la vida pasada que teníamos, y pensar en un futuro sin ella, nos coloca en un escenario trágico. El encierro, la tristeza, la ansiedad, el dolor de la pérdida de un ser querido, el miedo, nos deja en ocasiones sin aliento, sin esperanza, en ocasiones no queremos ni siquiera mirarnos… pero hay alguien que sí: Jesús.
Se nos olvida compartir nuestras faltas, pecados o fallos con Él. Contarle nuestro día a día y confiarle toda situación por más difícil que se torne. De nada sirve llenarnos de ansiedad , de culpa o de enojo por eso que no somos, por algo que no tenemos o que no depende de nosotros.
Preséntale todo a Dios con confianza y recuerda cual privilegiados somos. Confía más en Él que en tus propios medios. Como decía san Ignacio: «Dame tu amor y tu gracia, esto me basta«.
A continuación te compartimos la siguiente oración y reflexión para combatir la ansiedad y el negativismo, seguro te servirá de mucha ayuda:
Adora y confía
No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su futuro más o menos sombrío.
Desea aquello que Dios desea.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado,
si Dios te considera plenamente realizado;
a su gusto.
Entrégate con confianza ciega en este Dios
que te quiere para Él.
Y que llegará hasta ti, aunque no le veas nunca.
Piensa que te encuentras en sus manos,
más fuertemente sostenido,
cuando más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz. Te lo suplico.
Vive en paz.
Que nada te turbe.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni el cansancio psíquico.
Ni tus fallos morales.
Haz que surja,
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa, reflejo de aquello
que el Señor continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca,
antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda:
Todo aquello que te reprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas
afligido, triste,
adora y confía.
(P. Teilhard de Chardin, sj )
Gracias