El rosario es considerado como una oración perfecta, porque junto a el esta aunada la majestuosa historia de nuestra salvación. Con el rosario de hecho, meditamos los misterios de gozo, de dolor y de gloria de Jesús y María. Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la Madre de Dios. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros.
Además de ser una oración perfecta, es una poderosa arma contra nuestros enemigos, una hermosa devoción que nos lleva a la santidad. Por ello la Virgen María, en diversas apariciones a grandes santos, nos invita a rezarlo todos los días, por que a través de él, podemos obtener gracias divinas, regalos y favores.
Todos los santos lo rezaban y así como María, nos invitan a hacerlo, es una oración hecha para todos, sacerdotes, laicos, religiosos, pero también padres, madres, hijos y hermanos, pequeños y grandes. El Padre Pío rezaba varios rosarios al día, lo hacía mientras realizaba sus actividades cotidianas.
La Virgen María pidió al Padre Gobbi (el 7 de octubre de 1992) formar cenáculos de oración, (casas donde se reúne la comunidad para rezar el rosario), para dar esperanza a una iglesia que nunca había ofendido tanto a Dios y ser luz en medio de un mundo lleno de oscuridad. ¡Para reunir a los soldados! (Sor Lucía de Fátima Carta al Cardenal Carlo Caffarra).
Ahora entiendan, hijos míos predilectos, por qué en estos últimos tiempos
Virgen María a Padre Gobbi, 07/Oct/1992
de la batalla entre la Mujer vestida de sol y el gran Dragón, les pido
multiplicar en todas partes los Cenáculos de oración, con el rezo del Santo
Rosario, la meditación de mi palabra y la consagración a mi Inmaculado
Corazón. Con ellos ustedes dan a la Madre Celestial la posibilidad de
intervenir para atar a Satanás, para que yo pueda cumplir mi misión de
aplastar su cabeza, es decir de derrotarlo para siempre, encerrándolo en su
abismo de fuego y azufre. La humilde y frágil cadena del Santo Rosario
forma la fuerte cadena con la que hacen prisionero al tenebroso dominador
del mundo, el enemigo de Dios y de sus siervos fieles”
“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del Matrimonio y de la Familia… cualquiera que actúe a favor de la santidad del Matrimonio y de la Familia siempre será combatido y enfrentado en todas las formas… ¡No teman!” Sor Lucía de Fátima, Carta al Cardenal Carlo Caffarra
¿Quieres ser un soldado de Cristo? Recemos pues el santo Rosario, progresivamente, hasta rezarlo todos los días. ¡Poco a poco venceremos!. San José María Escrivá de Balaguer recomienda no obligar a nadie a rezarlo y a quienes quieran aprender a hacerlo, comenzar poco a poco. ¡Un simple Ave María toca el Corazón de Jesús! (Virgen María a Bruno Cornacchiola, Roma, 1947)