San José obrero, el carpintero de Nazareth, proveyó con su laboriosidad la subsistencia de María y de Jesús: la Sagrada Familia. Además, inició al hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, en la celebración del Día del Trabajo los obreros cristianos honran a San José como modelo y patrono suyo.
Oración a San José por los trabajadores (de San Pablo VI)
Oh, San José,
patrón de la Iglesia,
tú que junto con el Verbo encarnado
trabajaste cada día para ganarte el pan,
encontrando en Él la fuerza de vivir y trabajar;
tú que has sentido la inquietud del mañana,
la amargura de la pobreza, la precariedad del trabajo;
tú que muestras hoy el ejemplo de tu figura,
humilde delante de los hombres,
pero grandísima delante de Dios,
protege a los trabajadores en su dura existencia diaria,
defiéndelos del desaliento,
de la revuelta negadora,
como de la tentación del hedonismo;
y custodia la paz del mundo,
esa paz que es la única que puede garantizar el desarrollo de los pueblos.
Amén