Concepción (Conchita) Cabrera de Armida, nació en San Luis Potosí, México, el 8 de diciembre de 1862 y murió el 3 de marzo de 1937 en la Ciudad de México, México. Fue una laica católica seglar mexicana, fundadora de las Obras de la Cruz.
Por la profundidad de sus escritos, Conchita es reconocida como gran mística del siglo XX. Profundizó la Espiritualidad de la Cruz, necesaria para una verdadera entrega a Dios por Jesús en el poder del Espíritu Santo. Profetizó un nuevo pentecostés que ocurrirá por la santificación de los sacerdotes. En sus escritos «A mis sacerdotes», Jesús guía a los sacerdotes a la santidad en unión con El.
Cuando tenía 21 años de edad, Conchita firmó compromiso con Francisco Armida con quien tuvo nueve hijos. El 17 de septiembre de 1901, muere su esposo. Desde entonces, Concepción Cabrera se dedicó a estudiar y apoyar a sus hijos con sus estudios, nunca entró a la vida religiosa. Su primera obra fue el Apostolado de la Cruz en 1895, para aquellas personas que desean santificar los actos de su vida.
Fue una niña sencilla y común, noble y traviesa como cualquiera otra, refiere: «Desobedecía a mis padres, les pegaba a mis hermanos, me robaba el dulce y la fruta», sin embargo profesaba un amor especial a la Eucaristía. Combinó la vida marital con una vida laica espiritual. Al respecto, Conchita decía:
«A mí nunca me inquietó el noviazgo en el sentido de que me impidiera ser menos de Dios. Se me hacía tan fácil juntar las dos cosas. Al acostarme, ya cuando estaba sola, pensaba en Pancho y después en la Eucaristía que era mi delicia. Todos los días iba a comulgar y después a verlo pasar. El recuerdo de Pancho no me impedía mis oraciones, me adornaba y componía sólo para gustarle a él, iba a los teatros y a los bailes con el único fin de verlo. Todo lo demás no me importaba».
Conchita escribió un legado teológico de sesenta y seis volúmenes manuscritos, el cual representa una obra tan amplia como la de santo Tomás de Aquino. Fue la inspiradora de las cinco obras de la Cruz: Apostolado de la Cruz (1894), Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús (1897), Alianza de Amor (1909), Fraternidad de Cristo Sacerdote (1912) y Misioneros del Espíritu Santo (1914).
Al cabo de un tiempo Conchita perdió también a sus hijos, comenzó para ella la soledad y con ella la última etapa de su vida. Tenía a Dios que no la dejaría sola jamás. Sus directores espirituales le ordenaron que escribiera todas las comunicaciones que recibiera de parte de Dios. Así fue como escribió varios libros. La fecundidad de Conchita se prolongó, no sólo en su familia de sangre y en sus escritos, sino también en su familia espiritual. De su espíritu viven las cinco Obras de la Cruz, nueve Congregaciones Religiosas y Movimientos de Pastoral.
Murió el 3 de marzo de 1937, a la edad de 74 años. Actualmente sus restos mortales, se encuentran en la cripta del Templo San José del Altillo, en el número 1700 de la avenida Universidad de la Ciudad de México.
El arzobispo de México inició la causa de beatificación y canonización con el proceso ordinario instruido en los años 1956-1959, a este proceso se añadió el proceso rogatorial de San Luis Potosí. La Congregación para las Causas de los Santos aprobó el decreto el 27 de febrero de 1986. El 19 de octubre de 199 el congreso de teólogos y el cardenal Alfonso López Trujillo Alfonso López Trujillo, declararon que «la Sierva de Dios María de la Concepción Cabrera había observado las virtudes teologales, las cardinales y las anexas a éstas en forma heroica«. Fue reconocida como Venerable en Roma el 20 de diciembre de 1999 por Juan Pablo II.
El 8 de junio de 2018, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos, la promulgación de un decreto para reconocer un milagro atribuido a la Venerable Conchita Cabrera de Armida. Esto permitió la celebración para declararla Beata. La ceremonia de beatificación se llevó a cabo el 4 de mayo de 2019 en la Basílica de Guadalupe, Ciudad de México.
Concepción Cabrera es la primera laica mexicana en ser beatificada, y su beatificación de responde a un acto considerado por la Iglesia Católica y por el Papa como «milagroso», cuando después de orar por la salud de un hombre que permanecía paralizado, se cree, logró recuperarse.
Pido a Concepcion Cabrera interceda ante el Señor por las almas de todos mis familiares fallecidos,las almas del purgatorio y la ansiada paz mundial.
Como asi tambien ruege pof mi reconciliacion con Dios.