NOVENO DÍA (Sábado de la octava de Pascua)
Intención del día (Diario, 1228):
“Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia”
Oración inicial (Diario, 1213): Roguemos por las almas tibias e indiferentes:
“Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo”
“El fuego y el hielo no pueden estar juntos, ya que se apaga el fuego o se derrite el hielo. Pero tu misericordia, oh Dios, puede socorrer las miserias aún mayores”.
Rezar la Coronilla de la Misericordia, encuéntrala en el siguiente enlace: https://bit.ly/3rKDbBa
Oración final:
“Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias, que, sin embargo, están acogidas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. ¡Amén!”
Notas finales: Mañana, Domingo de la Misericordia (o cualquier día del año en el cual termines la novena), confiésate, cumple tu penitencia, ve a misa, comulga y ora por las intenciones del Papa. Si no puedes confesarte mañana, hazlo en la semana.
Guíate con el siguiente vídeo para realizar tus oraciones del noveno día de tu Novena a la Divina Misericordia:
Soy dovota de mi Divina Misericordia.