El Día de la Madre se celebra el 8 de mayo en Estados Unidos, Colombia, Venezuela y en otros países de América Latina. En México, se celebra el 10 de mayo. En torno a esta fecha, es de mucha importancia dar un regalo espiritual por encima de algo material, sobre todo pensando en la persona que tanto amamos.
Dentro de las múltiples opciones que tenemos para regalarle a mamá en su día, podemos contemplar un ramillete espiritual. En este artículo te explicaremos en qué consiste y cómo hacer uno.
La palabra ramillete se suele utilizar para nombrar un pequeño arreglo floral, que conjuga flores de distintos colores, formas y olores. Bien sabemos el gran valor que tiene hacer un exquisito arreglo floral y regalarlo de manera puntual y oportuna. El concepto nos conduce a seleccionar las mejores flores y a saberlas combinar de la mejor manera posible.
¿Cómo se elabora un ramillete espiritual?
De la misma forma, el ramillete espiritual es una opción para realizar un regalo que implique los mejores pensamientos que tienes en tu corazón. Pueden ser tus intenciones, tus oraciones y sacrificios, los días de ayuno y abstinencia. También las lecturas piadosas, las visitas al Santísimo y en fin todo tu empeño espiritual, forjado con lo mejor de ti, dedicado todo a esa persona a quien le quieres hacer ese obsequio tan especial.
Veamos algunas opciones que tienes, para elaborar el ramillete, a tu plena voluntad:
1 ORACIONES POR SU BIENESTAR.
Considera la situación particular por la que está pasando ella, y pide al Señor por su bienestar. Las veces que lo realices lo vas anotando.
2 ORACIONES POR LAS INTENCIONES DE ELLA.
Regularmente cada persona tenemos intenciones muy personales e íntimas, que también queremos que se realicen. De aquí que sea muy común orar -particularmente con el rosario- por esas intenciones.
3 COMULGAR Y OFRECER LA EUCARISTÍA POR TU MAMÁ.
Es un gesto muy particular el realizar esta acción en su beneficio.
4 VISITAS AL SANTÍSIMO.
Aunque sea breve y por un momento, pero está presente la intención de dedicarle ese momento espiritual a tu mamá.
5 AYUNOS Y ABSTINENCIAS.
Es un esfuerzo especial que guarda mucho sentido, a la hora de practicarlo. Dejar de comer algo que nos gusta tanto hasta incluso padecer algo de hambre por amor, es un gesto muy sublime.
6 SACRIFICIOS.
Dejar de hacer algo que nos agrada mucho, con la noble intención de complementar nuestras oraciones con un esfuerzo más significativo, como dejar de ir a un evento festivo o dejar de ver una serie, solo por amor, es un gran paso.
7 ACTOS DE CARIDAD.
Aunque debe ser una actitud permanente, a lo largo de la vida, realizar algunos extras, con discreción y la plena consciencia de hacerlos por la persona que uno tanto quiere, sin duda es un buen abono al ramillete que se está elaborando.
8 OFRECER LA MISA.
Asistir un día extra a la celebración eucarística, con el pleno sentido de pedir por las intenciones de la persona elegida. Es un gran agregado al ramillete espiritual que se está forjando.
9 DIVERSAS LECTURAS.
Un texto especial de las Sagradas Escrituras, una biografía de algún santo o algún tema que inspire la fe pueden ser un gran complemento para este regalo espiritual que estás elaborando.
10 TRABAJO EXTRA.
No se trata de considerarlo como algo pesado o una carga, sino como una ofrenda personal, al realizar un poco más de lo habitual y ofrecerlo con una intención especial.
Desde luego que el ramillete admite muchos más tipos y maneras espirituales de ofrenda. El estilo personal es muy respetable y acorde a la creatividad, cultura y educación de cada quien.
Lo que sí es muy importante considerar es que se enfatiza un regalo espiritual por encima de algo material y sobre todo, pensando en la persona que quieres y no precisamente para halagarla y enriquecer su vanidad, sino más bien para su propio crecimiento espiritual.
Por encima de todo, está el más grande amor que podemos obsequiar, que es el de Dios. Y poner en el alma de tus seres amados, los más grandes atributos que son la paz interior, la alegría y vivir en la caridad.
Tus intenciones son muy importantes y que se las hagas llegar de una manera explícita y sencilla. Por escrito y cuantificando lo que alcanzaste a realizar, pensando en tu madre.
Con el simple hecho de dedicarle unos momentos de tu pensamiento ya estás haciendo un gran regalo. Con mayor razón al plasmarlo en una bella tarjeta. Además el mensaje permanecerá guardado en su corazón.
¿Qué esperas para empezar a preparar tu ramillete espiritual y regalárselo a tu madre en su día?
Es mucho más valioso que muchos regalos materiales que se compran con dinero. Que se note que tú también estás enfocado en lo más trascendente de la vida, y así no dejarse atrapar por ese consumismo, tan atroz, que nos mantiene atrapados en las cosas, en vez de en las personas; atrapados en el cuerpo, en vez de en el alma; en lo temporal en vez de en lo trascendente; en la vanidad, en vez de en las virtudes.
Publicado originalmente en Aleteia