El 2 de febrero la Iglesia celebra el Día de la Candelaria, y muchas personas (especialmente en México) llevan a la iglesia a sus niños Dios, bellamente ataviados, para recibir la bendición. Si no estás seguro sobre cómo es mejor vestir al Niño Dios, sigue estos consejos.
Hay que recordar en primer lugar que la imagen del Niño Dios, es justamente una imagen y por lo tanto no siente, no se ensucia y por ende, no desgastan la ropa. Así que no es obligatorio cambiarle su vestimenta, incluso se puede invertir en ropa de mayor calidad y dejársela varios años.
En segundo lugar, es importante resaltar que Jesús es nuestro Salvador, nuestro Rey y Señor, por lo tanto está por encima de los santos, y son estos quienes en vida quisieron parecerse a Él. Si vestimos al Niño Dios de algún santo, le estamos quitando su personalidad, su deidad o su jerarquía, de esta manera mostramos que se trata de San Judas Tadeo quizás, San Martín Caballero o alguien más, pero menos de Jesús. Y Jesucristo es Jesucristo.
Así que, para no cambiar su identidad, podemos vestirlo en algunas de sus advocaciones, como: El Sagrado Corazón, Cristo Rey, La Divina Misericordia, Jesús Nazareno, El Buen Pastor, etc. Como podemos ver, es la misma persona, la misma personalidad en sus diferentes representaciones. Por lo tanto, no es correcto vestirlo de algún santo.
También hay que recordar que los ángeles fueron creados para servir a Dios y ser mensajeros para la humanidad. A nivel de jerarquía, los ángeles están a un nivel inferior de Jesucristo, así que, si vestimos al Niño de Dios de un ángel, nuevamente le estamos quitando su identidad y lo estamos bajando de lugar, porque lo convertimos en ángel, servidor de Dios y no, en el Hijo de Dios, que es Jesucristo.
De igual manera, no olvidemos que Jesús fue un niño, por consiguiente lo podemos vestir como tal. puede bastar un ropón blanco y sencillo, sería una muy buena y acertada opción. También en ocasiones, va acompañado de dos palomas en la mano, recordemos que cuando fue presentado en el templo por José y María, llevaron como ofrenda dos palomas o dos pichones. Esta es la razón, por la que se acostumbra acompañar a nuestra imagen del Niño Dios, con dos palomitas.
Finalmente recordemos también que, al presentar en misa a nuestro Niño Dios, se le debe acompañar de velas, porque cuando fue llevado al templo, un anciano llamado Simeón dijo: «Este niño es la luz que viene al mundo» (Lucas 2, 32) es así como desde la antigüedad, la gente llevaba al la imagen del Niño acompañado de una candela, es decir una vela, por ello se le llama también «La fiesta de las candelas», o «Día de la Candelaria«.
Esperemos que con esto, recordemos que no es necesario cambiarle cada año el vestido a nuestra imagen del Niño Dios, que no hay que vestirlo de algún santo o ángel, y que al llevarlo a misa el próximo dos de febrero , vaya acompañado de una vela.
El hecho de «vestir al Niño Dios no forma parte de la liturgia de nuestra Iglesia; se trata de una tradición popular con que la gente busca rendirle un homenaje y mostrarle su cariño, y por ello la Iglesia es flexible.
Reflexión del Padre José de Jesús